Cae la
noche
y
las conciencias se retiran
-
¿o no? -
a
reposar sobre sus almohadas
de
inquietudes, del repaso diario,
de
cicatrices pretéritas,
de
presbicias interesadas.
Tal
vez la almohada esté hecha
de
fidelidades indignas,
o de indignas infidelidades,
-¡quién
sabe!-
Lo
cierto es que …
cae la noche.
Estimados señores:
ResponderEliminarles estaría muy agradecido si, en caso de que lo considerasen interesante para sus lectores, incluyesen en su revista alguna información sobre la novela El evangelio de los Reyes Magos, o algún fragmento de la misma, que he puesto a disposición gratuita de los lectores en el blog http://evangelioreyesmagos.blogspot.com.es
Quedo a su disposición para cualquier otro dato que crean oportuno
Un cordial saludo
Jesús Zamora Bonilla